domingo, 3 de mayo de 2009

¿UNA INFLUENZA FASCISTA? III


-La confusión desatada por los medios:

La mayoría de telenoticieros privados en América han promovido una actitud alarmista frente a los brotes de la gripe porcina, pero lejos de visualizarse una heroica función social se hace latente un vivo interés por tele dirigir una sumatoria de miedos que conllevan al pánico colectivo. Van al tiempo induciendo- algunas veces hasta exigiendo- pautas de comportamiento social donde el contacto físico entre personas desparezca totalmente. La retórica usada se corresponde con un estado (y unos Estados) de guerra; términos como “sospechosos” generan la desconfianza de los ser humanos entre sí, por ejemplo si alguien tose, es automáticamente un “sospechoso”, muy buen candidato al aislamiento y a la discriminación de sus congéneres. ¿No podrían expresarse en términos de factibilidad? Es factible que cierto ciudadano mexicano, que estuvo en México o que llegó de México, o que saludó de mano a un cuate mexicano, se haya contagiado con el virus. Suena menos inhumano, pase la discriminación mundial que va implícita contra los mexicanos.

En Colombia, cuya opinión pública está dominada por los canales de televisión privados perteneciente a dos monstruos económicos, los telenoticieros usaron cerca del 75% de sus emisiones para alertar sobre la catástrofe social ocasionada por la gripe porcina. Ello no es raro cuando se trata de exaltar “méritos” militares o marchas y conciertos acríticos promovidos en facebook por sectores reaccionarios, pero llama la atención que no dispusiera el mismo bombardeo informativo con la gripe aviar, ni con las vacas locas, mucho menos con la muerte de niños por desnutrición en los departamentos colombianos de Chocó y Atlántico, ni con las desapariciones forzosas, el crimen de lesa humanidad que más se comete en Colombia, y que los mass media contribuyen a desaparecer.

El arsenal informativo ha sido enfocado a las restricciones de movilidad y agrupación que la gente tendría que adoptar para no contagiarse. En un noticiero un médico hizo un llamado a modificar la “burda” costumbre de saludarse de mano, orientado evidentemente por sus prejuicios sociales excluyentes y refinados más que por una preocupación por la propagación del virus porcino. Aprovechó los quince minutos de tv para “ordenar” los desafectos en los saludos y de paso para congraciarse con el presidente Uribe, con “jocosos” apuntes anecdóticos.

El oficialismo en las notas periodísticas campeó demostrando una vez más que no hay independencia ni libertad de expresión alguna. El Ministro de la Protección social de Colombia, célebre por su negligente gestión en la que la salud pública, el sistema de salud y la salud real de los colombianos se ha desmejorado dramáticamente, fue coronado con una aureola protagónica que ni siquiera las fuerzas políticas de la ultraderecha le habían concedido; pero faltaba probar con las fuerzas mediáticas de la ultraderecha. Se le vio fatigado, absorto por su trabajo y por el compromiso con su cargo, en primerísimos planos, pareciendo no enterarse del baño súbito e inédito de popularidad que le estaban ofreciendo las cámaras, interviniendo los precios de los tapa bocas para evitar la especulación. En fin, el Ministro, el Estado, el Gobierno neoliberal fueron grandes ganadores con la epidemia la semana pasada, teniendo un sistema de salud tan inhumano que ya colapsó hace unos cuantos años.

Las parcializadas presentadoras de un noticiero estelar de alto rating, en Colombia presentaron las notas con un histrionismo tan convulso que rayó en la ridiculez. En sus sesiones mediáticas de inducción al pánico colectivo no hicieron referencia alguna a una noticia de interés nacional, empero: El paramilitar Mancuso afirmó que Postobón (empresa de gaseosas de Colombia) financió sus actividades terroristas, entre otras empresas y políticos. Postobón hace parte de uno de los conglomerados económicos más importantes del país, la Organización Ardilla Lulle, dueña entre otras cosas, del canal privado de televisión en el que trabajan las presentadoras melodramáticas ya referidas. La gripe porcina sirvió para ocultar ésta y otras verdades no convenientes al stablishment. El Ministro protagónico acaba de confirmar el primer caso de AH1N1 en Colombia; si los medios armaron un colosal espectáculo sin ningún caso de gripe porcina en el país, ¿qué show no harán ahora que hay UNO?

Esto parece la tortura del frío / caliente, primero aterrorizan, después llaman a la calma, luego hay cientos de muertos, más tarde hay unos pocos, en instantes hablará el Ministro pidiendo cordura al tiempo que hace gestos de pánico, huele a pandemia, huele a control, no asista a urgencias si tiene los síntomas, pero si cree que hay algún “sospechoso” repórtese inmediatamente a los hospitales, el virus es letal, el virus no es letal, de México viene un barco cargado de AH1N1, el ser mexicano no lo convierte en sospechoso, el ser mexicano lo convierte en sospechoso.

En lo que no parecen marear los medios privados latinoamericanos, es en el “acuerdo” en promover la insolidaridad, el egoísmo, el individualismo, las restricción de los Derechos Fundamentales, la desconfianza mutua, el señalamiento, la discriminación y otras tanta prácticas que seguramente no van a contrarrestar la “pandemia” (¿pandemia?, ¿es una pandemia?) pero si a favorecer los intereses corporativos y a arreciar el control y dominación social, político y cultural de la población.

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