- Cifras cambiantes:
El lunes los medios informaban del fallecimiento de 149 personas a causa de un raro virus mutante originado en los cerdos; luego de las voces atronadoras que recalcaban el número de fallecidos se advertía con ritmo atenuado que los decesos habían ocurrido por neumonía y que no había prueba alguna de que el culpable fuera el virus. Las cifras del gobierno del Distrito Federal, sin embargo, hablaban de 22 muertos por el virus. El martes, el director general del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades de México, Miguel Ángel Lezana, afirmaba que sólo siete muertes habían sido ocasionadas por el virus porcino. El miércoles, Keiji Fukuda, subdirectora general de la Organización mundial de la salud aseguraba que de desencadenarse una pandemia, ésta podría ser leve aunque segundos después trajo a la memoria la gripa de 1918 que mató entre 25 y 40 millones de personas y que empezó como una epidemia leve, tal como la que nos ocupa actualmente. El miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó de 4 a 5 el nivel de alerta (de un total de 6) por la gripa porcina, advirtiendo que la pandemia es “inminente”. El jueves el virus pasó a denominarse oficialmente AH1N1. El viernes la OMS advirtió que el número de casos de contagios con el virus ascendía a 367, en 13 países, mientras que el número de muertos se reducía a 10. Según datos de la OMS del día sábado 2 de mayo, los casos confirmados ascienden a 658; según el ministro de Salud de México, José Ángel Córdova, el número de muertos por el virus en su país subió de 16 a 19, y el número de infectados a 473, pero también aseguró que el número de casos graves está descendiendo, al igual que la tasa de mortalidad a causa de la nueva influenza. Así mismo Córdova precisó que la tasa de mortalidad por el AH1N1 no supera el 4%, y habla del país donde más se han presentado casos: México.
El lunes los medios informaban del fallecimiento de 149 personas a causa de un raro virus mutante originado en los cerdos; luego de las voces atronadoras que recalcaban el número de fallecidos se advertía con ritmo atenuado que los decesos habían ocurrido por neumonía y que no había prueba alguna de que el culpable fuera el virus. Las cifras del gobierno del Distrito Federal, sin embargo, hablaban de 22 muertos por el virus. El martes, el director general del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades de México, Miguel Ángel Lezana, afirmaba que sólo siete muertes habían sido ocasionadas por el virus porcino. El miércoles, Keiji Fukuda, subdirectora general de la Organización mundial de la salud aseguraba que de desencadenarse una pandemia, ésta podría ser leve aunque segundos después trajo a la memoria la gripa de 1918 que mató entre 25 y 40 millones de personas y que empezó como una epidemia leve, tal como la que nos ocupa actualmente. El miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó de 4 a 5 el nivel de alerta (de un total de 6) por la gripa porcina, advirtiendo que la pandemia es “inminente”. El jueves el virus pasó a denominarse oficialmente AH1N1. El viernes la OMS advirtió que el número de casos de contagios con el virus ascendía a 367, en 13 países, mientras que el número de muertos se reducía a 10. Según datos de la OMS del día sábado 2 de mayo, los casos confirmados ascienden a 658; según el ministro de Salud de México, José Ángel Córdova, el número de muertos por el virus en su país subió de 16 a 19, y el número de infectados a 473, pero también aseguró que el número de casos graves está descendiendo, al igual que la tasa de mortalidad a causa de la nueva influenza. Así mismo Córdova precisó que la tasa de mortalidad por el AH1N1 no supera el 4%, y habla del país donde más se han presentado casos: México.
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