jueves, 21 de mayo de 2009

Más informes sobre abuso infantil con psicofármacos

Más sobre la aberrante administración de psicofármacos a niños. En Argentina algunas farmacéuticas distribuyen folletos en colegios invitando a usar metilfenidato (droga que conocemos mejor por su nombre comercial: ritalin) en una suerte de campaña publicitaria por demás anti ética. Empero, en el país austral se he iniciado un profundo debate sobre la medicación innecesaria, los intereses económicos en juego y los efectos adversos del uso generalizado del psicofármaco para niños, tanto en la salud física y psíquica de los menores abusados (drogar a un menor cuya única prueba de que padece un trastorno es que no atiende a clase, debe llamarse, así, a secas: ABUSO INFANTIL) como en la sociedad en general. Un abogado ya incoó una acción jurídica para tratar de frenar la violación de los derechos de los niños, a quienes con metilfenidato (alias ritalin) les están impidiendo un sano y equilibrado desarrollo afectivo, emocional e intelectual.

A continuación se trancribe una Artículo al respecto aparecido en la web: POTLATCH

Síndrome de déficit de atención: sobremedicación
El aumento de los casos de niños en edad escolar que son derivados por el Síndrome de Déficit de Atención (ADD) en Argentina para un tratamiento farmacológico preocupa a pediatras, psicólogos, psicopedagogos y psiquiatras quienes piden mayor control por parte del Estado, consignaron fuentes médicas. "Alertamos varias veces sobre el incremento de sobrediagnósticos de ADD en niños en edad escolar y preescolar por parte del personal docente y, como consecuencia de ese hecho, de la sobremedicación de metilfenidato -la droga empleada en esos casos- en los niños", denunció a la agencia Télam Silvia Morici, de la Sociedad Argentina de Pediatría.

La psicóloga, quien integra el Comité de Salud Mental y Familia de la SAP, aseguró que "estamos ante un problema grave, del que son concientes la mayor parte de los profesionales de la psicología y muchos pediatras y neurólogos".

Por ese motivo, "el año pasado acordamos un documento que fue presentado ante el Ministerio de Salud de la Nación en el que reclamamos que se profundice en el estudio del síndrome, se alerte por los sobrediagnósticos de ADD y por los efectos secundarios de la medicación, así como las conductas adictivas que producen en los niños", señaló Morici.

Por su parte, la especialista Alicia Gamondi, quien coordina un posgrado de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA) y la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) opinó que la tendencia "responde a la tendencia de encuadrar al chico dentro de lo que exige el sistema mediante la medicalización de la infancia y obedece a una corriente norteamericana que beneficia a los laboratorios y que en la actualidad es resistida por los especialistas europeos", explicó Gamondi.

"La sobreexigencia de padres sobre sus hijos y la presión escolar de alto rendimiento que se repite en colegios de todo el país es uno de los contextos donde germina esta tendencia", puntualizó la psicóloga.

"Los pediatras empezaron a ver que el metilfenodato no sólo no solucionaba la (conducta) conflictiva del niño en la escuela sino que produce trastornos endocrinológicos, glandulares, cardíacos, entre otros trastornos, como insomnio y depresión", dijo Gamondi.

Según relató la especialista, "muchos docentes y personal de gabinete de algunos colegios diagnostican sin estar facultados y los padres ven en esta opción de tratamiento la resolución de un aspecto sensible para ellos: "los miedos ante el éxito o fracaso de sus hijos y al riesgo de quedar excluidos del sistema".

Por su parte, Irene Loyácono, directora del Centro de Terapia con Enfoque Familiar (CETEF), aseguró que "la falta de atención es un síntoma que puede aparecer por distintos motivos o responder a distintos cuadros clínicos, por eso, tratarlo como si respondiera a una sola causa no es más que una aberración".

"Existen trastornos de desarrollo neurológico que originan hiperactividad, comportamiento impulsivo y problemas de atención y se indica un tratamiento psicotrópico pero no es el caso de la mayoría de los chicos", dijo Loyácono. "Los laboratorios mandan cartillas a los colegios para crear la demanda de psicofármacos", aseguró Loyácono.

En este sentido, ayer se conoció una demanda para que se prohíba el suministro de psicofármacos a niños en establecimientos educativos de nivel preescolar y primario, que fue presentada ante la justicia en lo contencioso administrativo.

La demanda, presentada por el abogado Gregorio Dalbón "en nombre de un grupo de padres", consignó que "actualmente" y en "diferentes institutos educativos nacionales de nivel preescolar y primario" a los alumnos que "no atienden en clase" se les hace un diágnóstico "carente de verdadero rigor científico" y se los medica "con drogas de uso legal para cuadros complicados de salud".

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