Ayer una encomienda paró en mi puerta; se trataba del regalo de cumpleaños de una buena amiga: una caja con treinta y siete libros. “Y de este mundo prostituto y vano sólo quise un cigarro en mi mano" de Rubén Fonseca, fue el primero en saludarme, al abrir con fulminante desespero el paquete. Usé un cuchillo nuevo, elegantemente platinado, filoso como mis ansias; fue el primero que encontré.
Sentí miedo empero; pensé que al terminar la palurda incisión, los libros huirían de mí, sentí miedo del placer que me ofrecían y con sigilo me dediqué a otros menesteres en internet. No hice nada; fumé empedernidamente y dormí. Hoy me he levantado a saludarlos, uno a uno los he besado, a algunos por simple compromiso con el añejo polvo que desprendían, a otros con cierta desconfianza por enrostrarme la palabra "post moderno" en mis surcos de angustia contemporánea. El abrazo más sincero fue para "Las Almas Muertas" de Nikolai Gogol, porque al recorrer los poros de sus páginas me imaginé taladrando olvidos en un demencial abrazo del Neva con el Moscova : caminando sobre el calor vigoroso de unas cuantas cerezas desnudas en playas heladas; esa imagen no puede merecer otro nombre que "espíritu" y entonces recobré la fuerza para escribir a las nueve de la mañana. Aún así, encerré los libros de nuevo en sus cartones.
Ahora, acaricio la caja como una mascota, sin que ose el atrevimiento sublimemente desempolvarlas. Cuando esté solo, la abrazaré y le imploraré a sus contenidos que no me abandonen jamás. Temo aún al recuerdo de cómo se disipó mi pequeña Biblioteca hecha con cajas de tomate, en Bucarica, humilde conjunto de apartamentos tipo caja de cerilla en Floridablanca, Colombia. Sucedió esto en el año 2002, cuando ya mis pies estaban siendo corroídos por la muerte fría que caminaba en playas infernales; cuando ya me iban quemando los fuegos de la tortura, los fuegos de la amargura , del ensangrentado río Catatumbo .
El dolor de la pérdida de esos libros apenas empieza a ser paliado con mi regalo de cumpleaños en este año. También me obsequiaron un nuevo celular, una camisa estampada con la palabra "vintage", un reloj con errados números romanos, una billetera para entender mi vacío , y dos platos de lo que en mi tierra denominamos "sancocho":un sopa con todo lo que le quepa; lo importante es el sabor a leña. En Cuba se le llama Sancocho a los desperdicios con que se alimentan a los cerdos. Vaya conflicto de acepciones...
La caja con los libros pesa; habrá de fortalecer mis flacos brazos mientras me decido a lanzar el anzuelo en su profundidad histórica. Espero pescar trocitos de alma rusa de Pushkin y acaso un par de desatinos de Habermas...
León Plata
10 de octubre de 2009
GracIas Sofía.
Te leo con la conmoción propia al observar algo que sorprende. Gogol y su magnífica obra y tantas otras obras aue han sido partícipes durante todos estos años y en algún momento por cuestiones ajenas hemos tenido que dejar en el camino, testigos de infinidad de elaboraciones y elucubraciones. Hemos paseado con ellos en ese universo alucinante de observancias internas , desgarradoras... muy humanas.. eso .. muy humanas. Sonriendo en su destello de paisajes fríos y sutilmente cargados de una belleza monumental.
ResponderEliminarEsa narrativa deleitosa con que nos impregnas de una serie de sucesos, sensaciones propias hacen que vivamos con la pasión que merecen tus instantes.
Gracias a vos porque me regalas la alegria de saber que ellos siempre fueron tuyos.
Un abrazo muy fuerte León
Escribes "la mar de bien".
ResponderEliminarSaludos
(Te sigo)
.. benditas las personas que llenan con sus presentes nuestras añoranzas y perdidas..
ResponderEliminar.. que pesques todo cuanto tu alma anhela.. y si me permites un consejo atrevido.. fuma un poquito menos.. -¡si fuera tan fácil!- para que tu vida se alargue al máximo y puedas disfrutar muchísimos años, de las lecturas que te alimentan..
.. un abrazo..
Sofy,¿qué te puedo decir? ya te lo he dicho todo en el post.
ResponderEliminarMil gracias de nuevo.
Un abrazo.
Blas, gracias por el halago. Quisiera saber más de tu trabajo con el cine; ya he estado paseando por tus blogs y algo he conocido; aún así deseo conocer un poco más a fondo la dinámica de Archidona Cinema.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡vale el regaño Thoti! es más, te lo agradezco...y sí, benditas sean esas personas...
ResponderEliminarUn abrazo.