martes, 21 de abril de 2009

Los Males del Alma

Nuevamente reproducimos un post de "el Diván" por su actualidad y humanismo:

Data: 03 de julio de 2007

Los males del alma

El Dr. Antonio Las Heras le envió al grupo de Jungianos de la Argentina la siguiente nota de prensa que escribió Daniela Pasik para el periódico "Perfil".

Mas datos, más para añadir a la ya larga crónica que se está escribiendo sobre los laboratorios farmacéuticos y los medicamentos.

El malestar, en sus diversas modalidades toma "cuerpo", y genera nuevas demandas y nuevos remedios.

Cada época tiene su droga preferida y parece ser que ésta tambien la tiene.

EL RIVOTRIL ES LA DROGA DE LA DÉCADA. EL PLANETA CASI ENTERO ESTÁ BAJO EL EFECTO DEL CLONAZEPÁN

EN LOS AÑOS 60 SE NORMALIZABA EL CONSUMO DE VALIUM, EN LOS 80 DE LEXOTANIL, EN LOS 90 DE PROZAC Y, ACTUALMENTE, EL PLANETA CASI ENTERO ESTÁ BAJO EL EFECTO DEL CLONAZEPÁN, GENÉRICO PARA EL FAMOSO RIVOTRIL, INDICADO EN DIVERSOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD, SÍNDROMES FÓBICOS Y ATAQUES DE PÁNICO.

Aldous Huxley anticipó en Un mundo feliz, novela escrita en 1932, la búsqueda actual de la felicidad a través de psicofármacos. En un supuesto Londres del siglo XXVI, las personas toman somma, un antidepresivo que las hace sentir bien, pero las vuelve dóciles y obedientes. ¿Suena familiar?

“El clonazepán es de los más vendidos. Para el médico es una prescripción fácil, económica y cómoda porque tiene amplio espectro: además de ansiolítico, combinado con otras drogas es anticonvulsionante. Hay en gotas para niños, se les recomienda a ancianos y sus consumidores son de todo tipo. Es casi imposible precisar edades, clases sociales o tipo de enfermedades”, dice el farmacéutico Walter Aquino. ¿Habrá detrás algún plan macabro?

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la facturación correspondiente a la venta de ansiolíticos casi se duplicó en los últimos seis años. Si se sacan cuentas, es fácil asociar el estallido económico y social de 2001 con esta tendencia.

Dime con quién andas. Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la antigua Unión Soviética comenzaron sus carreras nucleares y el mundo entró en la tensa calma de la Guerra Fría. Hacia fines de los años 50, los laboratorios Hoffmann-La Roche encontraron un remedio para tanta presión y en 1960 el mercado farmacéutico recibió al diazepán, genérico del Valium, un sedante que alivia ansiedad, espasmos musculares, crisis convulsivas y hasta controla la agitación por abstinencia de alcohol. Relajada, la humanidad vio pasar la década.

El final de la guerra en Vietnam, la muerte de Franco en España, la descolonización de Bahamas, Mozambique y Cabo Verde, la liberación sexual, el feminismo, el hippismo y la revolución cultural en cine, música y literatura poblaron los 70.

No alcanzaron los golpes de estado en Latinoamérica ni los resabios del Valium para tapar el ansia de experimentación que los más jóvenes canalizaron con LSD y marihuana, entre otras sustancias ilegales. “El mundo hizo plop y entonces nadie podía entender... qué era esa furia” (Serú Girán, Mientras miro las nuevas olas).

En la década del 80 la amenaza nuclear se hizo más patente, se intensificó el terrorismo internacional y el hambre arrasó Africa.

Como nunca antes se evidenció la diferencia entre el Primer y Tercer Mundo, apareció el sida y los videojuegos llevaron modelos de vida hasta lejanos rincones del planeta: un buen paño frío a tanta violencia directa fue el bromazepán, un ansiolítico puro comercializado con el nombre de Lexotanil. (Lexatin)

Los 90 se hicieron notar con la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética. La globalización ya no tenía trabas y, bajo el gobierno de Bill Clinton, Estados Unidos desarrolló un crecimiento económico sin precedentes y América latina se alineó disciplinadamente.

La desidia globalizada se puso en evidencia con fenómenos como el grunge, en el rock, comandado por Kurt Cobain, el cantante de Nirvana, que se quitó la vida agobiado por el éxito. El mal trago se pasó con Prozac, nombre comercial de la droga llamada fluoxetine y, por ese tiempo, el antidepresivo más consumido del mundo.

Por Daniela Pasik
Fuente: diario "Perfil"
Más información: www.perfil.com


Dr. Antonio LAS HERAS
www.antoniolasheras.com.ar
www.escritoresarg.com.ar
Telefax: 4371 4788

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