VARGAS VILA
En 1921 escribía José María Vargas Vila en el prefacio de su libro: "En las Zarzas del Horeb" que si todavía fuera capaz de sentir orgullo, este sería producido por su "visión profética", en cuanto sus vaticinios, vertidos en el mismo título que se publicara en 1913, fueron cumplidos por la Historia. Desde luego, nada más lejano de la superchería de su tiempo- ¿el nuestro?- que su cáustica visión intelectual, la que lo llevaba a rasgar las mordazas de su principio de siglo -¿el nuestro?-. Ojos, bocas, extremidades estaban atados por rollos de asépticas veleidades, y afectos masoquismos que momificaban la conciencia de lacayos y esclavos; los mismos que amaban a sus crueles amos y depreciaban a quienes intentaban quitarles las vendas de sus cuerpos y espíritus. Denunciar la opresión y sus mentiras blandiendo por espada la palabra y la verdad social, era una misión peligrosa en grado sumo, y quien se arrojara a esas batallas, corría el riesgo de morir, o de ser tratado como orate. En el tiempo de Vargas Vila el único estado de lucidez válido era vivir arrodillado -¿nuestro tiempo?- “...el equilibrio perfecto está en ponerse de rodillas” pág 16.
A un paso del 2010, sorprende el tino de las predicciones de Vargas Vila; una muestra de su depurada ironía así lo indica:
...no amar la tiranía es rebelarse contra la humanidad;¿No son esos episodios culturales experimentados en la actualidad? El orgullo de los mentores de falacias campea sobre la realidad política, anclado a las revoluciones tecnológicas como única argucia para decorar textos universitarios con los que los pseudo intelectuales obtiene preseas de parte de las Corporaciones que los patrocinan, elevándolos a la categoría de tecnócratas académicos; se trata del orgullo posmoderno.
No tener los vicios de su época, es estar fuera de su época y contra su época;
He ahí un revolucionario arcaico;
La Libertad ha pasado de moda;
Y, la Dignidad también;
(...)
¿la Virtud?
no hablemos de utopías;
no hay más Virtud que el Éxito;
la era de las ideas ha pasado;
vivimos en la era de los intereses;
el pensamiento, esa es otra utopía romántica;
no hay grande sino el vientre;
el Mundo es una enorme digestión;
esa es la Vida;
¡paso a los estomacales!
¿ y dónde está esa trascendida modernidad, si seguimos sujetos al malestar cultural premoderno? De la época de Vargas Vila es factible predicar que la modernidad aún no se instalaba en Colombia, ni siquiera en sus ciudades; y que uno de las predicciones que él arroja: la Revolución Bolchevique, fue el plano político global que le abrió las puertas años después. La Reforma ideológica de la Constitución Política de 1886, orquestada por vientos liberales en el año 1936 da buena cuenta de ello. Algunos vinculan el surgimiento de la modernidad en Colombia con los procesos de industrialización de mediados del siglo XX, y hay algunos teóricos descarados que ya nos ponen en la cima de la posmodernidad. Pero en algo tienen razón; si bien la posmodernidad no es asible en los terrenos de la realidad, el “posmodernismo” como patrón cultural anclado al desarrollo del modelo económico neoliberal, sí existe, aunque lejos esté de corresponderse con las ideas, luchas, utopías, “Virtudes” -en términos Vargasvilescos-; en suma, con las respuestas sociales, políticas y culturales que demandan las injusticias sociales derivadas de la imposición del mismo modelo neoliberal. Esquizofrenia cultural le llamaría Dostoievsky y neurosis social le apodaría Michael Schneider. Ello es el posmodernismo : luchar a muerte contra el sistema consumiendo enlatados en un supermercado, o acudir al neo chamán para purificar la culpa de pensar mal, o consumir la píldora de la felicidad ( antidepresivos) para creer que todo marcha bien, afuera y adentro.
Esclavitud contemporánea travestida en pueriles entelequias libertarianas. (El libertarianismo consiste en querer privatizarlo todo, es la máxima cumbre del individualismo como propuesta cultural). Con esto deambulamos como autómatas por nuestro tiempo. -¿nuestro tiempo?-
Así que en estos tiempos posmodernos vivimos situaciones de opresión y exclusión muy similares a las que vivió Vargas Vila, y esto sólo parece indicar una cosa: que todo los “ neo” es lo viejo; que la posmodernidad, es en esencia, como lo anotara Terry Eagleton: lo premoderno. Vargas Vila vaticinó nuestro tiempo, luchando contra el suyo; ¿no es entonces urgente y necesario luchar contra el nuestro para iluminar las tinieblas medievales que nos ciegan?
“si yo fuera capaz de sentir orgullo, lo sentiría ante el poder de visión profética, que caracteriza este libro en cuyas páginas tiembla un tropel de veredictos que se cumplieron”Prefacio de: “En las Zarzas del Horeb” VARGAS VILA, 1921
*Obras Completas J.M. VARGAS VILA-VOLUMEN12 ,Editora Beta,Editorial Bedout; Medellín, Colombia.1973
.. que certero el texto de Vargas Vila.. parece un análisis exacto de la realidad tal y como la conocemos..
ResponderEliminar.. quiero pensar que una cosa es la cultura que nos muestran y otra la virtud y la dignidad de muchos hombres y mujeres que, por desgracia, no salen todos los días en los medios de masas.. pero igual soy uno de los pocos utópicos que aún queda.. :-)
.. gracias por tu artículo y pasa una buena semana..
.. un abrazo. Leon..
Algunos hombres nobles desprecian la utopía; la palabra les huele a fútil romanticismo germánico; pero creo que se equivocan, que se han aferrado a la acepción más mediática y superflua del término, cuando en realidad la utopía es una palabra inconmensurable en sus campos de acción; no es fantasía, es una realidad que se proyecta a la construcción de un mundo mejor. No sé Thoti, si has tenido la oportunidad de escuchar a Gerardo Alfonso, un cantante cubano que en su canción “Los Sueños Todavía” expone: “...el dolor no ha matado a la utopía... no se trata de molinos, no se trata de un Quijote, algo se templa en el alma de los hombres, una virtud que se eleva por encima de títulos y nombres...” Vale la pena escucharla.
ResponderEliminarCelebro tu apego a la Utopía, porque eso indica que sos un hombre Real, de carne y hueso, que siente, vive e imagina; que sos un hombre con conciencia...
Va mi abrazo para vos, Thoti. Mil gracias por comentar sobre los presagios ( deducciones históricas) de Vargas Vila.